Durante el caluroso verano, tener una mesa de comedor que transmita frescura puede ser un verdadero deleite. La manera más sencilla de lograrlo es mediante la combinación de colores que generen un ambiente fresco, refinado y elegante. Las mesas de verano suelen decorarse con tonos verdes, azules y blancos, aunque también se pueden utilizar combinaciones de colores claros dentro de la misma gama para crear una impresión de simplicidad y limpieza.

Para el mantel de la mesa, se puede optar por un tul ligero que se mueva con la brisa, aportando una sensación de dinamismo y ligereza al espacio, al mismo tiempo que aumenta la frescura en el interior. En cuanto a los materiales de la vajilla y los jarrones, es preferible usar utensilios de vidrio. Las flores para la mesa pueden ser de tonos blancos o azules claros, dando una impresión de frescura, delicadeza y transparencia. Los arreglos florales deben colocarse de manera suelta, mostrando una sensación de ligereza y frescura. En el diseño general de la mesa, se puede dejar algunos espacios vacíos para que la mesa tenga un aspecto más refinado. Los motivos decorativos de la mesa deben incluir patrones coloridos de animales, flores vibrantes, formas geométricas irregulares y elementos del mar, para devolver la mesa de verano a la alegría más natural y primitiva.

Diseño general: Realzando el tema

Escenario 1

En una barra de color blanco, se coloca un mantel individual de algodón en tonos azul y blanco, creando un efecto visual limpio y refrescante. La vajilla de cerámica en tonos grises y los cubiertos de metal plateado contrastan en cuanto a materiales, pero simplifican la paleta de colores, integrándose bien con el mantel individual, y al mismo tiempo, mantienen una clara distinción de capas. El jarrón de vidrio transparente con una hoja de monstera y rosas aporta un toque de elegancia a la barra, además de brindar una sensación fresca y natural.

Escenario aplicable: Este escenario está diseñado con un espacio bastante despejado, lo que deja mucho margen para la selección y disposición de los elementos decorativos. Sin embargo, en general, es recomendable utilizar plantas y tonos que transmitan frescura para evocar la sensación refrescante del verano. Se trata de una disposición de mesa de comedor bastante común en hogares.

Escenario 2

Coloca un jarrón antropomorfo lleno de creatividad junto a candelabros de diferentes alturas en un lado de la mesa del comedor. Al captar la atención, provoca un instante de encanto. En el jarrón, se disponen de manera relajada algunas ramas de hortensias, cuya postura despreocupada aporta una sensación prolongada de relajación y placer durante las comidas. Los tonos en rosa y azul, provenientes de las paredes y los muebles, aportan un toque de feminidad y delicadeza. Los vasos de vidrio, tanto transparentes como de colores, están alineados en fila, manteniendo un aire de transparencia mientras añaden un toque de modernidad. Por otro lado, el frutero con reflejos metálicos resalta la estética del arte moderno.

Escenario adecuado: Una mesa con un toque femenino y elegante, perfecta para una pequeña reunión entre amigas. Con una gran cantidad de utensilios de vidrio, se puede inyectar una sensación de frescura veraniega en cada corazón.

Escenario 3

Cuando el azul transparente se encuentra con el blanco puro, comienza un viaje refrescante de verano. En la mesa, ya sea en los textiles, utensilios o decoraciones, los colores predominantes son el azul y el blanco, con algunos tonos de gris y marrón para suavizar la paleta general. Sobre caminos de mesa y manteles de algodón transpirable, se colocan botellas de un azul helado, platos blancos, y jarrones de cristal transparente, simplificando al máximo las flores. Esta combinación crea una sensación de transparencia que llena la mesa con la frescura del verano.

Aplicación: Esta disposición de mesa tiene pocos adornos, lo que la hace bastante sencilla de organizar, siendo muy adecuada como una mesa de verano para el día a día en casa. Si invitas a algunos amigos a disfrutar de una copa de vino, será sin duda un momento maravilloso.

Escenario 4

La mesa está decorada con platos azules y elegantes que transmiten una sensación de transparencia, junto con bandejas de madera rústicas y utensilios de vidrio transparente, evocando una fresca tarde de verano. El mantel es blanco, cubierto por un camino de mesa estrecho con rayas en blanco y negro. Las servilletas grises con lunares y pliegues amarillos aportan un toque animado, transmitiendo una sensación de calidad de vida mientras añaden una textura suave al ambiente. Entre los suaves bollos, se encuentran decoraciones juguetonas como conejitos y huevos de colores, así como arreglos florales vibrantes, que hacen que el ambiente de la comida sea relajado y alegre.

Escenario de uso: Una mesa dinámica y cómoda puede aliviar en cierta medida la sensación de calor del verano. Esta disposición de la mesa, llena de elementos infantiles, crea un ambiente muy relajado, ideal para una pequeña reunión con amigos durante el fin de semana o para organizar una pequeña fiesta para los niños en casa.

Diseño parcial: Haciendo la mesa más animada

El azul es el color que mejor representa la frescura. Combinado con blanco, emana una sensación refrescante que llega al corazón. Con pequeños adornos de conchas, es como si trajéramos la frescura del mar a la mesa.

Los manteles de lino y algodón, ligeros y transpirables, y la vajilla de vidrio con una sensación fresca al tacto, están llenos de la frescura del verano. Para evitar que los colores sean demasiado monótonos, se han utilizado diferentes tonos de azul para equilibrar la paleta de colores.

Las bebidas refrescantes son las favoritas en la mesa de verano. Con vasos de vidrio de diseño sencillo y centrándose en los posavasos y manteles, se puede lograr una atmósfera fresca y veraniega en cada detalle.

El mantel de algodón y lino con rayas azules y blancas aporta una sensación de frescura y ligereza a la mesa de verano. Las cuerdas de rafia y las delicadas flores utilizadas como servilleteros añaden un toque de naturalidad en medio de la vitalidad, complementadas con decoraciones de estrellas de mar, creando un ambiente refrescante y relajante.

Un mantel de algodón y lino de textura áspera y suelta, sobre el cual se colocan platos y servilletas blancos, aporta una sensación fresca y ligera a la mesa de verano gracias a los materiales transpirables y los colores limpios. Además, los cubiertos plateados y los pequeños adornos en tonos gris y blanco complementan perfectamente la atmósfera general.

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